“Mientras Moisés mantenía los brazos en alto, la batalla se inclinaba en favor de los israelitas; pero cuando los bajaba,…
La unión hace la fuerza y juntos podemos ayudar a Israel a enfrentar cualquier tormenta.
Nunca perdimos la esperanza de que íbamos a regresar a Israel, incluso después de milenios en el exilio, y por eso estamos aquí hoy.
Es difícil empatizar con el hambre si el estómago está siempre lleno, o sentir compasión por las personas sin hogar cuando estamos disfrutando de la comodidad y la calidez de nuestros propios hogares.
A veces tenemos que elegir una identidad y tomar partido.
Cada víctima tiene un nombre y un valor más allá de lo que podemos comprender.
Debemos estar agradecidos por el bien que nos hagan, incluso si la misma persona también nos perjudica.
Podemos aprender a valorar cada momento de nuestras vidas y no dar por sentado ni un segundo de ellas.
Si ustedes aprenden cómo unirse y escuchar la Palabra de Dios, el Mesías vendrá.
Esté feliz por los éxitos de sus amigos y apóyelos en momentos de dificultad.