Una cosa es saber matemáticas y ciencia, pero otra cosa es entender las emociones y la naturaleza humana.
Una persona debe tener esperanza hasta que exhale su último aliento; y aun así, todavía hay esperanza.
El materialismo es demasiado temporal, demasiado fugaz y demasiado frágil.
Podemos tener dos relaciones muy diferentes con Dios: podemos servirle o podemos esperar que él nos sirva.
Sólo Dios es eterno. Sólo Dios es para siempre. Su Palabra es eterna y sólo él puede bendecirnos con la eternidad.
Con la ayuda de Dios, siempre vamos a tener éxito en la protección de nuestro pueblo de cualquier daño.
Dios nos ha dado el rugido del león como una advertencia. Seríamos tontos si hiciéramos oídos sordos a este aviso. Sería sabio prestar atención al llamado a la acción.
El más humilde es el que es digno de respeto.
Si dudamos, aunque sea por unos momentos, preciadas oportunidades pueden perderse para siempre.
Cuando veamos la belleza y la bondad oculta en las personas que nos rodean, es posible que ellas también las vean.